Baner Entrada de los Reyes Catolicos a Borja

BORJA 1492, VISITA REAL DE ISABEL DE CASTILLA Y FERNANDO DE ARAGÓN

El 8 de agosto de 1492 llegaron a Borja los reyes D. Fernando y Dª Isabel, acompañados por el príncipe D. Juan y las infantas Isabel, entonces princesa viuda de Portugal; Juana, la futura reina de España; María, que tenía 10 años y futura reina de Portugal;  y Catalina, que tenía seis años y llegaría a ser reina de Inglaterra.

En el séquito real venían los duques de Nájera y Medinaceli y el conde de Castro. En Borja, se incorporaron el tesorero del Rey, Gabriel Sánchez; y el síndico de Zaragoza, Pedro Díaz Escanilla.

En nuestra ciudad permanecieron los Reyes Católicos hasta el 16 de agosto, saliendo en dirección de Zaragoza, camino de Barcelona donde el monarca fue objeto de un grave atentado, salvando la vida gracias a la intervención del borjano Pedro Lázaro Pérez Albero que, como testimonio de gratitud, recibió la daga con la que le habían intentado matar.

Este acontecimiento histórico está documentado en diversas fuentes. Concretamente, en trabajos de índole general como: RUMEU DE ARMAS, Antonio. Itinerario de los Reyes Católicos 1474-1516. CSIC. Madrid, 1974. Pero, también en historias locales y, en concreto, en GARCÍA, Rafael. Datos cronológicos para una historia de la M. N. M. L. y F. ciudad de Borja. Zaragoza, 1902.

A partir de ellos, el Centro de Estudios Borjanos elaboró un proyecto de recreación que era preceptivo para su puesta en marcha, dentro del plan de recreaciones de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza.

Los textos elaborados se estructuraron en varias escenas, dos de las cuales respondían al viaje en sí. Una de ellas era el recibimiento que le ofreció la ciudad, bien conocido a partir de las fuentes. La otra recreaba la celebración de la primera Junta General de la Santa Hermandad que fue el motivo de la dilatada estancia en Borja de los soberanos.

A ellas se unieron otras tres que, aunque no coincidían en el tiempo, guardaban una profunda relación con ese acaecimiento.

La primera, hacía referencia al atentado perpetrado contra Fernando el Católico en Barcelona, poco después de su estancia en Borja. La vida del rey se salvó gracias a la intervención del borjano D. Pedro Lázaro, Alguacil Mayor de la Inquisición en Barcelona que fue quien arrebató el arma con el que magnicida iba a consumar el atentado. De este hecho se conserva amplia documentación en el Archivo de la Casa Ojeda, heredera de la Casa Lázaro.

La segunda, pretendía resaltar la figura de mosén Juan de Coloma, Secretario de los Reyes, que no les acompañó en la visita, dado que se encontraba gestionando la recuperación del Rosellón, aunque probablemente se alojaron en su casa.

Finalmente, la tercera hace referencia a la concesión por el Rey Fernando de un privilegio que se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Borja, datado en Valencia el 31 de marzo de 1488, por el que se les autoriza el uso de giras de grana y bastones al Justicia y Jurados de la ciudad.