Han sido varios años de un proyecto que culmina con esta declaración por parte del Ministerio de Industria y Turismo y que situa a la Fiesta de Murcia entre las 85 festividades con este reconocimiento. El trabajo incansable de la familia festera por darle a la ciudad un merecido reconocimiento.

La Fiesta comenzó en los años ochenta precisamente para conmemorar la fundación de la Ciudad en una época donde Moros y Cristianos era considerado cuanto menos exótico para la ciudadanos murcianos. Pero pronto se instauró como una seña de identidad y una de las actividades indispensables de las fiestas de septiembre rescatando una tradición con siglos de antiguedad. Moros y Cristianos evolucionó con la ciudad, creció dando nombre a kábilas y mesnadas con los que fueran aquellos protagonistas de la Murcia medieval: personajes ilustres, nombres que hoy nos suenan familiares y una mirada de concordia y amistad sobre el pasado intercultural de nuestra querida Mursiya.

La declaración de Interés Turístico refleja una fiesta abierta y de calidad que ha traspasado fronteras despertando la atención mediática y del público de numerosos países cada año. Una fiesta que acoge al visitante y que le muestra el explendor de una ciudad milenaria a través de sus desfiles cargados de música, color y espectáculo. Una fiesta que divulga sus raíces desde la Cora de Tudmir hasta nuestros días a través de las embajadas y las decenas de actos culturales que organizan sus grupos festeros y que son la razón de exisitir de una fiesta que hoy, está de fiesta.