En el gran pebetero se prende el fuego purificador y en honor a Mercurio, dios del comercio y bajo sus auspicios, queda abierto el Mercaforum. De repente, toda esa solemnidad y pompa se transforma en bullicio embriagandonuestros sentidos con las dulces flautas de los cómicos, los vivos colores, los variopintos tenderetes que ofrecen mercancías tanto oriundas comoexóticas,…