1408 LOS VECINOS DEL CONCEJO DE LLANERA SE ENFRENTAN DURANTE 4 AÑOS CONTRA EL OBISPO DE OVIEDO DON GUILLEN DE MONTEVERDE

Cuando los vecinos del concejo de Llanera se enfrentan durante cuatro años, unidos en solidario movimiento de rebeldía, con su señor espiritual y temporal, el Obispo de Oviedo Don Guillén de Monteverde.

Por esas fechas los vecinos de Llanera, sujetos al señorío jurisdiccional de la sede episcopal ovetense, cansados de soportar los agravios que recibían, de algunos de los comenderos de Don Guillén, obispo a la sazón, se declaran en abierta rebeldía contra su autoridad.

En respuesta a esa actitud, el Obispo pronuncia sentencia de excomunión sobre los moradores del concejo rebelde. Los vecinos ante la coacción episcopal hacen caso omiso, manteniendo con firmeza la rebeldía por espacio de cuatro años.

La comunidad rebelde queda excluida del seno de la Iglesia, con todas sus consecuencias. Durante cuatro años enmudecieron las campanas de los templos y permanecieron cerradas sus puertas, no celebrándose oficios religiosos.

En 1412 fallece Don Guillén. Surge la iniciativa de reconciliación, sin saberse de quien, probablemente de los vecinos de Llanera, solicitándose apertura de negociaciones conciliatorias.

Estas negociaciones dan fruto, y la parte más significativa es la que en señal de penitencia se manda “a treinta hombres buenos” para que fuesen en un día de fiesta a la Iglesia de San Salvador de Oviedo, participando según transcripción literal “Della descalzos en sacos o en jubones sin otra cobertura con sendas cuerdas ceñidas sendas candelas en las manos”.

El Desfile de Exconxuraos recrea la peregrinación que los llanerenses tuvieron que hacer para ganarse el perdón.