LA LLEGADA DE LA IMPRENTA A ESPAÑA Y LA IMPRESIÓN DEL PRIMER LIBRO, EL SINODAL DE AGUILAFUENTE

El Sinodal de Aguilafuente es un libro emblemático de la cultura española, por ser el primer libro impreso en España en 1472.

En la localidad que lleva su nombre, Aguilafuente (en la provincia de Segovia), se representa anualmente desde el año 2003 la obra teatral del Sinodal en la iglesia de Santa María, para reivindicar el trascendental hecho de la introducción de la imprenta en España y la apertura a la modernidad.

Año tras año se fueron ampliando las actividades, que han movilizado a todo un pueblo en torno a un libro. Porque el “Sinodal” no pretende ser una fiesta más para atraer turismo, es un acontecimiento cultural en sí mismo, aúna cultura con entretenimiento. Las actividades, de alta divulgación, enseñan, entretienen, crean conciencia de la importancia de la imprenta y de su introducción en España.

Las disposiciones del Sínodo intentaron poner remedio al caos de aquellos tiempos por las revueltas, bandos, escasa formación del clero y abusos cometidos. El libro del Sinodal de Aguilafuente contiene las actas del Sínodo diocesano celebrado en la villa en los primeros días de junio del año 1472. Al no tener ni portada ni título, se le denomina haciendo referencia abreviada a su contenido (en lugar de constituciones sinodales) y al lugar donde tuvo lugar el Sínodo, la villa de Aguilafuente.

En la representación teatral, dirigida e interpreta con gran rigor histórico tanto en el lenguaje, como en la caracterización de los personajes, se explica cómo el Sínodo fue convocado por el obispo de Segovia, Juan Arias Dávila, hombre culto y poderoso que pretendió la reforma de costumbres del clero y del pueblo. Al Sínodo, presidido por Arias Dávila, asistieron ochenta y cinco asistentes, entre representantes del Cabildo, arcedianos, arciprestes, abades, priores de los monasterios, curas y clérigos de la diócesis segoviana; pero también laicos que representaban a las poblaciones y a los diversos estados, incluida la monarquía. Todos ellos aparecen citados en el libro, de forma que se conocen sus nombres y los lugares a los que representaron, y así se refleja en la representación teatral. Entre el 1 y el 10 de junio de 1472 discutieron las propuestas del obispo, que se vieron plasmadas en las actas firmadas por los asistentes y por los escribanos.