Del 10 al 14 de Agosto tendrá lugar en Oña (Burgos) el Cronicón de Oña.
El conde Sancho García y su mujer Urraca Gómez deciden fundar en la villa de Oña este monasterio, poniendo al frente del mismo a su hija Tigridia. Hacia el año 1034, Sancho III El Mayor, rey de Pamplona, impulsa la reforma benedictina en los monasterios de su reino y Oña, que está en la esfera navarra por razones de matrimonio, comienza a ser regido por la orden de los monjes negros, alcanzando un gran esplendor en el orden espiritual, económico y cultural por lo que será uno de los grandes monasterios peninsulares.
Ese glorioso pasado ha dejado su huella en el monumento por el que la villa es reconocida. Su imponente silueta es el preámbulo de un patrimonio exquisito que contiene verdaderas joyas del arte románico y gótico.
En ese contexto histórico y artístico, los vecinos de Oña decidieron, hace más de veintiocho años, escenificar los episodios históricos antes relatados y algunos más relacionados con la vida de los personajes que están enterrados en el panteón real y condal.
Para ello los onienses se volcaron en ejecutar vestuario, armas, joyas y demás elementos de utilería que hicieron posible la puesta en escena.
La tarea se completó con un texto basado en hechos bien documentados y con la interpretación de los personajes a cargo de más de veinte vecinos.
De esta forma cada año, a mediados de agosto, el pueblo de Oña sigue participando en esta recreación que tiene algunas particularidades que la hacen única, la mayor de ellas es que el Cronicón, se representa en el interior de la Iglesia Abacial. Con este escenario de lujo, el texto, la interpretación, luces y vestuario cobran especial relevancia. Resulta de enorme interés y es emocionante, tanto para los intérpretes como para el público, disfrutar del espectáculo y, al tiempo, contemplar estas maravillosas piezas artísticas: la filigrana de la talla de madera en los panteones y sillería, la belleza de la bóveda central, la majestuosidad del altar barroco…
El Cronicón de Oña es pues una manera original, amena, didáctica y bella de conocer y disfrutar el patrimonio material e inmaterial de la Villa de Oña. Una excelente oportunidad de profundizar en los orígenes del condado de Castilla y en la historia de los siglos X y XI.