REINANDO ALFONSO IX, HACIA EL AÑO 1230, LA VILLA DE JEREZ DE LOS CABALLEROS FUE RECONQUISTADA CON LA AYUDA DE LA ORDEN  DE LOS CABALLEROS DEL TEMPLE.

Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional

 

RECONQUISTADA POR REYES

Reinando Alfonso IX de León, hacia el año 1230, la villa de Jerez de los Caballeros fue reconquistada con la ayuda de la Orden de los Caballeros del Temple. Ese mismo año el rey fallece, aprovechando los musulmanes para recuperar de nuevo la zona perdida, hasta que en 1238, con la llegada de Fernando III el Santo a Badajoz, los templarios retoman las campañas apoderándose definitivamente de la tan deseada villa de Xerez.

 

XEREZ, LA JOYA TEMPLARIA

Dueños de Jerez los templarios, la engrandecieron notablemente. Comenzaba así un siglo de esplendor que hizo de Jerez de los Caballeros una de las villas más destacadas de la Corona de Castilla.

A este pasado templario le debemos la fortificación del castillo sobre la antigua alcazaba árabe y la construcción de la amplia muralla que hoy conocemos, llegando a ser nombrada capital del Bayliato de la Orden del Temple.

 

EL ÚLTIMO BASTIÓN TEMPLARIO

El Concilio de Vienne, convocado en 1311 por el Papa Clemente V bajo la presión del rey francés Felipe IV, finalizó con la condenación y excomunión de los templarios.

En la península Ibérica la fidelidad de los caballeros del Temple había sido probada a través del apoyo ofrecido en la Reconquista, lo que provocó que las resoluciones del Concilio fueran desoídas en un primer momento, pero los mismos celos nobiliarios y clericales que habían surgido en Europa no tardaron en llegar a nuestro país.

Fueron cayendo, una tras otra, todas las posesiones de la Orden, siendo el último dominio templario en resistir la señorial villa de Xerez del Temple.

Sería Alfonso XI, rey de Castilla y de León quien, en torno a 1327, acabó con el último bastión templario del país, caía la próspera capital del Bayliato.

Cuenta la leyenda que en la ‘Torre Sangrienta’ del Castillo de Jerez de los Caballeros, fueron degollados y arrojados los templarios rebeldes, y que aún en las noches de luna llena se oyen los pasos de los últimos caballeros del Temple de Xerez.

Durante los cuatro días que dura el Festival Templario, y gracias a la constante implicación de todo un pueblo y sus pedanías, la ciudad de Jerez de los Caballeros se convierte en la villa medieval que tanto esplendor alcanzó bajo el dominio de la Orden del Temple, trasladándose a una época habitada por soldados, clérigos, trovadores y músicos que durante el festival vuelven a cobrar vida por las calles y mercados.

Una fiesta cargada de historias y leyendas, de recuerdos y experiencias inolvidables, con un amplio programa de actividades lúdicas y culturales, en donde la obra de teatro ‘El Último Templario de Xerez’ se convierte en una de las atracciones más destacadas al recrear el final de los caballeros del Temple.

Todo ello, ubicado en un marco patrimonial excepcional, el castillo templario, que junto con sus iglesias, palacios, ermitas, conventos y un sinfín de rincones hacen de Jerez de los Caballeros un reclamo turístico de primer orden, que se completa con un bello paraje natural de dehesas de encinas y una gastronomía que conjuga tradición y vanguardia.