En 1243 la Taifa de Murcia solicitó vasallaje a la corona de Castilla, quien ofreció buenas condiciones a cambio de ser su protector. Varias medinas no estaban dispuestas a rendir vasallaje a los cristianos. El ejército castellano al mando de Pelayo Pérez Correa, se dirigió hacia la fortaleza de Mulinat as Sikka, lugar de paso y cruce de grandes vias.